Hoy traemos una ruta ligera, pero preciosa desde el inicio,  con subida a Mondarrain, que en nuestro caso fue “accidentada”. Pequeños problemas de orientación, alguna culada y hasta la pérdida de un dron.

Todo empezó de manera habitual, la ruta parte desde la Route du Pas du Roland, perteneciente al municipio francés de Itxasou (cómo llegar), así que nos dirigimos hacia allí.

También puedes ver el recorrido que realizamos (Descargar track) , aunque la mejor visión la tendrás en el mapa que te dejamos debajo.

Tal y como mencionaba al principio, la ruta es preciosa desde el inicio, ya que para llegar a la zona de aparcamiento, circularemos paralelos a un precioso río, con un punto de especial interés, el Pas du Roland, que hace que el sendero que discurre paralelo al río, pase por el hueco que deja una enorme roca.

Un vez deleitados con este comienzo, empezamos a caminar por la ruta marcada. No es complicado siguiendo las indicaciones del GPS, aunque hay algún pequeño cruce que hay que seguir con atención.

La pendiente no es demasiado pronunciada durante el inicio de la ruta, aunque es constante, e iremos notando cómo ganamos altura.

Tras un rato caminando, llegaremos a un pequeño  barrio, donde no falta el típico fronton de una sola pared.

Una vez pasada esta zona, nos adentraremos en un camino mucho más marcado, esta vez por hierba, y la pendiente comenzará a aumentar.

No es algo exagerado, por lo que se lleva con facilidad. En este tramo, cruzaremos algún pequeño bosque y empezaremos a vislumbrar la cima del Mondarrain (aunque si vais un día con sol mejor, no como nosotros 😅😅😅).

La cima es rocosa, y aunque se puede bordear (nosotros lo hicimos al bajar) se puede subir por las rocas, haciendo un poco el spiderman (a nosotros nos encanta 😅).

Finalmente llegamos a la cima, y aquí empezó a torcerse un poco la cosa 😅. Por primera vez, llevé un dron a una ruta. Nada sofisticado, un pequeño dron de 30 euros, con una cámara pésima, pero oye, me hacía ilusión :).

Mi idea consistió en echarlo a volar en la cima, donde soplaba un viento moderado y había una niebla densa. Pronto se demostró que fue una mala idea 🤣🤣🤣.

Nada más echarlo a volar, a los diez segundos, empezó a alejarse, sin yo ordenárselo. Intenté que volviera, pero no respondía. Así que observé apesadumbrado cómo el dron se perdió entre la niebla y caía a las rocas 😭😭😭.

Lo buscamos un poco mientras bajábamos pero no hubo suerte. El Mondarrain recibió nuestro tributo al monte, así que confiamos en que otro monte nos devuelva el favor, en forma de gorra perdida o algo similar. Como nosotros decimos, lo que el monte te da, el monte te lo quita 🤣🤣.

Pero ahí no termina nuestro día accidentado.

Después de perder el dron, yo, desolado, mientras bajábamos campo a través por un terreno algo embarrado me di una culada. Fue una de esas que no duele físicamente, si no moralmente 🤣🤣. Me di un buen baño de barro (vale, igual exagero 🤣).

Después, tuvimos cierta incertidumbre respecto a la ruta mientras bajábamos, incluso tuvimos que saltar un cercado, con unas vacas dentro, que nos miraban con cara de pocos amigos. Pasamos acojonados, pero pasamos 💪.

A partir de ahí, todo fue tranquilo, y regresamos por donde habíamos venido. Alguna foto por aquí y por allá y vuelta a casa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *